jueves, 24 de noviembre de 2011

un billete de 500 euros

¿De donde ha surgido la mesa
Que estoica resiste y nunca se queja?
De la labor del carpintero
Y los árboles que da la naturaleza
¿De donde ha surgido el dinero
Aquel al que todos rezan?
De la labor del financiero
Y los árboles que da la naturaleza.

no hace falta

Ya te han convencido otra vez,
Ya te has convencido otra vez,
Todo eso… todo… es…
Respirar, comer, beber, nacer, morir;
Todo es necesario para vivir,
Nada te hace falta para existir…

no creo

Creo en la opulencia; creo en Dinero.
No me interesan las historias,
No me hacen gracia los chistes.
Creo en el amor; creo en Dinero.
Como preferir la hueca onda al llanto de un niño,
El determinismo impostado al improvisado caos,
El arrojo continuo futurible al inmediato presente.
Porqué veo circular todo es circular.
Creo en la imaginación; creo en Dinero.

entorno mio

Puedo salir del cuerpo y manejarlo a mi antojo,
Hacer que respire y que su corazón deje de latir,
Que vaya rápido o lento o que sepa cosas que no sabía.
Puedo conseguir que nada gire entorno mío,
Pero he de estar atento, porque si no,
Solo me veo como un loco más.
Diciendo la verdad, el cuerpo teje la gloria,
Que es un delirio más,
Adelante, escapa, no gires a la derecha,
Eso es otra ratonera más.
Sal a campo abierto en soledad, porque van a por ti.
Te alcanzará procurando esbozar una sonrisa por cada revelación.
Todo está fuera de control,
Pero ahora he vuelto y estoy aquí,
Vuelvo a perder el control, acaece todo como un sueño,
Soy un poeta desconocido milésimas de segundo.

risa

Insólito instante de sutileza,
Todas las risas son iguales,
Remedio que nos brinda la naturaleza,
Remedio que cura todos los males.

el espejo

El espejo está triste… yo sé porqué.
En un descuido lo giré,
Y por primera vez,
Reflejó el espejo la pared.
El espejo está triste y se pregunta porqué,
Una mitad del mundo no es reflejada sobre él,
¿Que hay tras de sí? una pared
¿Y tras la pared?
La mitad del mundo por ver.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

mi corazon

Tres lustros atrás,
La cerradura de mi corazón,
Una misteriosa llave desengranó.
Aprovechando el corredor,
Unos entraron a mirar,
Otros, a robar,
Y algunos, dentro de mi corazón,
Las puertas del suyo abrieron de par en par.
Tres lustros después,
Quien la puerta de su corazón abrió,
Para siempre en el mío se quedó.
Sin saber que hacer,
El que entró a mirar,
Solo se fue.
Con su botín, descubierto, el ladrón,
Huyó para no volver,
No sabía el ladrón,
Que nada puede robarse al corazón.